Hace bastante que quiero compartir algunos pensamientos sobre el nombre de este pequeño rincón.
Recuerdo que cuando decidí abrirlo, no tenía idea de cómo bautizarlo, ninguno de los nombres que me venían en auxilio me satisfacían porque, claro!, no me identificaban o al menos carecían de un significado que fuera un poco más allá de las manualidades, del hecho de simplemente mostrar algo hecho por mí, etc., etc., etc.,... y entonces dejé pasar los días, pero como ya sabemos... las ideas no descansan, están ahí trabajando en silencio hasta que encuentran el momento justo y salen a la luz...
Así fue como se activó en mi interior una necesidad: ponerle nombre a un espacio virtual, que en apariencia es algo frío y distante, pero que a su vez significara algo grato y cálido, que me identificara en cierta forma ( si no fuese posible en todas), que estuviese ligado a algo importante de mi vida...
Y ahí apareció el recuerdo más maravilloso!!!Un recuerdo que invadió todos y cada uno de mis sentidos... el perfume de mi abuela paterna!!! Mi querida abuela Emilia.
Cuando de pequeña pasaba mis horas ( el tiempo no existía para mí, ya se sabe que es un invento de los Grandes), ese tiempo era absolutamente mágico, y se ha eternizado en mi alma y en mi memoria. Esos momentos con ella fueron únicos, maravillosos, llenos de alegría, escondidas, caramelos y cine al aire libre en el patio de la capilla llevando cada una su banquito!!!! era toda una fiesta, una gran aventura !!!!
Creo que mi gusto por las texturas de las telas ( que conocí cuando me paraba de puntas para revisarle los cajones repletos de sus vestidos, manteles almidonados, sábanas perfectamente planchadas y bordadas), mi locura por los muebles antiguos y especialmente por sus herrajes, mi adicción por los frascos de colores sobre el tocador, mi pasión por las películas( de terror y románticas ! jajajajajaja qué mezcla!) todo ésto lo sembró ella en ese tiempo ideal que se vive sólo con una abuela.
Recuerdo que mientras jugaba o simplemente le hacía compañía debajo de sus árboles frondosos en medio de su jardín... cada tanto la brisa me traía su perfume de Agua de Rosas.
Yo moría por bañarme con su perfume y soñaba con ser grande para poder usarlo... a veces me animaba y le pedía un poquito y obviamente... como buena abuela , ella se mojaba los dedos y me ponía dos gotitas detrás de las orejas...
Yo sé que me escuchás...: En esos días, qué nos hubiéramos imaginado las dos que hoy yo estaría escribiendo en un blog con el nombre de tu perfume, no???Ayyyyy!!! qué daría por comer tus caramelos y porque me pusieses dos gotitas de agua de rosas detrás de las orejas.
Que Dios te cuide abu, te amo!
Tu negra "ché cambá"